viernes, 13 de febrero de 2009

Cronopios en la avenida

Paso por lo de la mariposa porteña y me lleva a lugares desconocidos, en este caso a lo de paterna, y los dos me dicen lo mismo, me dicen que vaya y anote en la agenda que este 21 de marzo hay que agarrar un libro de Cortazar, una piedra y tomarse un colectivo que nos deje en la 9 de Julio.

Y yo me pregunto ¿para que tanto trabajo?

Para ir a jugar a la rayuela, conmemorando que hace 25 años que Julio, el grandísimo, el gigantesco, el... no me alcanzan los adjetivos calificativos para describirlo... Decía, hace 25 años que Julio tomó la cosmopista para reunirse con su autonauta favorita, Carol, y, juntos, desde arriba, van escribiendo las biografías de las brujas enterradas a la vera del camino.

No me va mucho la idea de hacer un festejo el aniversario de la muerte de alguien, se me hace medio raro, pero en este caso vamos todos a festejar, porque por más que Julio no esté con nosotros tenemos una tonelada y media de hojas escritas por el, hojas manchadas de tanto pasarlas, gastadas de leerlas y releerlas y...

Además no creo que a el le moleste mucho, ya saben lo que opinaba de los velorios, hay que ir y ponerse a llorar más que los familiares.

Cortazar murió mientras yo daba vueltas en la panza de mi mamá y me preparaba para venir a este mundo loco. Tal vez sea alguna especie de conjunción cósmica, y es por eso que me gustan tanto sus libros, absolutamente todo lo que escribió me gusta, es algo que no me pasa con ningún otro autor. No encuentro una linea en sus escritos que no me parezca perfecta. Todos sus personajes son totalmente creibles, aunque vomiten conejos, no se puedan dormir sin formar al menos un palíndromo o les tomen la casa sin oponer resistencia alguna.

Así que ya saben, desempolven el bestiario, lustren las armas secretas, y a jugar a la rayuela hasta el final del juego, no se preocupen que hay premios para todos, y lo bueno es que el premio lo recibimos antes de empezar a jugar, mucho antes, el día que agarramos por primera vez uno de sus libros y empezamos a leer sobre esa gente que vive en Buenos Aires o en París o en cualquier lado, en este o en otro tiempo, pero que siempre nos están esperando para saltar de la tierra al cielo.

Si no leyeron nada de el pueden empezar con este post mio donde copié un cuento, si les gusta siguen con este sitio donde está el libro completo y de ahí se van para la librería del barrio, no se van a arrepentir.

Por las dudas, recuerden, no regalarle un reloj.

8 comentarios:

Nick Risaro dijo...

Si quieren también pueden leer rayuela desde acá

Milenius dijo...

No sé si está bien que yo lo diga, no sé si corresponde que yo lo diga, no sé si deberia. Y aunque te lo voy a decir personalmente dentro de una nada, cuando vayamos (o váyamos, Don Fito dixit) a tomar mate, esto que escribiste es precioso.
Y bueno, vamos con la piedra y el libro a tener una adecuada "Conducta en los velorios".

Milenius dijo...
Este comentario ha sido eliminado por el autor.
Carina Pérez dijo...

es verdad Mile. esto que escribió Nico es precioso. y como la 9 de julio me queda a casi nada. me voy con una tiza y hasta capáz la dibujo.

Nick Risaro dijo...

Muchas gracias a las dos, fue solo lo que salió en el momento.

Vamos todos a practicar, no sea cosa que después hagamos papelones en la avenida ;)

Milenius dijo...

Sí, hoy pensaba eso... hace mil que no juego a la rayuela (igual tengo ventajas, dr. Nick, porque siempre fue un juego de nenas, muejeje).

Ay, qué modesto él!

Josecuervo86 dijo...

Adhiero a la mocion, muy lindo el texto Nick.
Que mala suerte no estar alla para la fecha

Nick Risaro dijo...

Gracias Josecuervo, bueno, no vas a estar, pero vas a poder ver fotos a montones, eso seguro.