martes, 22 de septiembre de 2009

AC/DC ¿vienen o no?

La página de Ticketek dice que las venden a partir del mártes, no dice los precios pero se habla de 225 pesos para el campo, es el valor del medio, hay más caras y más baratas.

Pero lo que me llama la atención es que en el sitio oficial de AC DC no dicen nada, de hecho no hay ningún show programado para diciembre, están los de noviembre en Puerto Rico y los de Enero en Australia. Además no vi ningún cartel por la calle.

Supongo que me enteraré el martes que viene. Mientras tanto escuchemos un poquito.


sábado, 19 de septiembre de 2009

[How to] Botonitos para agrandar la fuente

A pedido del público, del público de UnServidor, van los pasos para poner unos hermosos (?) botonitos que permitan agrandar y achicar la fuente del texto del post.

martes, 15 de septiembre de 2009

Un nuevo chiche para el blog

Hace muuuuucho tiempo Halle me decía que la letra del blog le parecía muy chica, a lo que yo repliqué "yo la veo bien", como buen programador me cagué en el usuario final.

Si le estuvieron prestando atención a mis posts habrán notado que primero había un "+ / -" y hace unos días dos hermosos iconitos al lado del título de cada post.

Como este cuatrimestre solo curso materias administrativas necesitaba despuntar el vicio y programé (gran esfuerzo el mio, son 15 lineas de código) unas funcioncitas para cambiar el tamaño de la letra del post. Así es, funcionan como parece que deben funcionar prueben, hagan click ahí arriba.

Si a alguno le interesa hacer esto en su blog me avisa en los comentarios y publico un post explicando como se hace, no es difícil, pero ocupa un poco de espacio (los más ansiosos busquen mi mail).

viernes, 11 de septiembre de 2009

Esencia y misión del maestro

Este texto lo escribió Julio Cortazar en 1939 para Revista Argentina, una publicación mensual de los alumnos de la Escuela Normal de Chivilcoy. Forma parte del libro "Papeles Inesperados" y se me hizo bonito para el día del maestro.

Escribo para quienes van a ser maestros en un futuro que es ya casi presente. Para quienes van a encontrarse repentinamente aislados de una vida que no tenía otros problemas que los inherentes a la condición de estudiante; y que, por lo tanto, era esencialmente distinta de la vida propia del hombre maduro. Se me ocurre que resulta necesario, en la Argentina, enfrentar al maestro con algunos aspectos de la realidad que sus cuatro años de escuela normal no siempre le han permitido conocer, por razones que acaso se desprendan de lo que sigue, y que la lectura de estas líneas -que no tienen la menor intención de consejo- podrá tal vez mostrarles uno o varios ángulos insospechados de su misión a cumplir y de su conducta a mantener.

martes, 8 de septiembre de 2009

Un temor bien fundado

Cuando me despierto a la mañana y siento sobre el techo el ruido de las gotas de lluvia empiezo a temblar.

Mientras me preparo para salir los truenos hacen que me corra un sudor frío por la espalda.

Una vez afuera, las primeras cuadras del trayecto no me preocupan, pero cada rayo parece que iluminara lo que está por venir.

Voy caminando bajo la lluvia, tratando de estar feliz por eso, pero cada tanto el miedo me alcanza, por más que lo intente no puedo escaparme. Sé que tarde o temprano me voy a cruzar con el objeto de mis temores, y mi odio también, pocas cosas pueden generarme tantas sensaciones tan encontradas.

Y mientras camino, bajo los balcones para no mojarme (tanto) lo veo venir, en la mayoría de los casos de la mano de una mujer, pero a veces los hombres lo llevan también, cuando no lo comparten entre varios. Veo que viene directo hacia mi y me pego a la pared para esquivarlo, me agacho, me tapo los ojos... pero no hay caso, siempre hay algún pelotudo que me ensarta un paraguazo.

Caminar bajo la lluvia sería un placer si no fuera por esa manga de mamertos con paraguas, que no solo se regodean con su inútil adminículo, sino que caminan bajo techo (lo que demuestra su inutilidad).

Pocos porquerías tan grandes ha inventado el hombre. Un cacho de tela con unos alambres que solo sirven como pararrayos o sacaojos, pero que para nada te protegen un día de lluvia, al menos no más que un buen piloto, y los pilotos no se te dan vuelta con el viento.

Les juro que siento el ruidito que hacen esos retráctiles y siento nauseas, que varias veces son cambiadas por risas cuando veo que el/la idiota de turno se queda con el mango en la mano mientras la otra mitad sale disparada por la calle.

Como dije una vez, hace tiempo, "No creo en los paraguas".

sábado, 5 de septiembre de 2009

No existo :(

Una de las tantas pelotudeces que me toco escuchar viajando en colectivo.

Dos flacos estaban hablando de religión y uno dijo:
- Alguien que llegó a los 21 y no tiene fe no merece existir.
Entonces yo llevo más de 4 años de regalo.

Para los ansiosos que esperan la review del celu, un poquito de paciencia plis.