domingo, 25 de julio de 2010

La Games-cracia

Gracias a los recuerdos laborales del Mostro volvió a mi memoria un hecho ocurrido durante mi breve estadía en la ANSeS (sí, es LA ANSeS, porque es la Administración Nacional de la Seguridad Social los que escriben el ANSeS son todos putos (?) ).

Durante esos 6 meses conocí muchas cosas referentes a las oficinas públicas, corroboré muchos mitos y desmentí otros, no les voy a contar cuales, hagan su propio laburo sucio. Una de las cosas que conocí fue la Games-cracia, como todos saben -cracia significa "autoridad", "gobierno", esas cosas y Games, en este contexto, no significa juegos sino que es el apellido de un empleado de la ANSeS.

Yo llevaba unos meses trabajando ahí cuando apareció Games, un señor muy mayor que entró rengueando porque recién se recuperaba de una fractura en la pierna producto de un accidente motovilístico (o será un motoaccidente). Games llegó 3 horas más tarde de lo que debía... y se fue 3 horas antes considerando que se trabaja de 8 a 16 con almuerzo a las 13... Y así era todos los días. Al rato de llegar y leer sus mails, los de yahoo, salía a fumar o a hablar con el primero que, incautamente, le dirigiera la palabra yo fui uno de esos :(


Cuando quisimos averiguar más sobre su pasado nos dijeron que era "un refugiado político" lo querían rajar pero como estaba con el sindicato no podían entonces lo pasaban de una oficina a otra y lo dejaban hacer lo que quisiera cuando rompía mucho las bolas en un lugar lo pasaban a otro lado y listo.

De esa manera transcurrían los días, sin mayores problemas hasta que un día se produjo el siguiente diálogo:

Games: Leo, sacás la música que no me puedo concentrar (yo sentado detrás del caballero lo veo jugando al tetris).
Leo (sentado enfrente de Games lo mira, me mira a mi como diciendo "no está haciendo nada importante ¿verdad? debería dejarse de romper las pelotas"): Si querés le bajo un poco el volumen, pero no la voy a sacar.
G: Leo, somos varias personas en esta oficina y tenemos que convivir, yo con la música no puedo trabajar.
Karina (sentada al lado de Leo, nos mira a todos pensando "viejo pelotudo si no hace nada en todo el día"): xxxxxxx [lo llamó por su nombre pero no me acuerdo como se llamaba] ¿qué estás haciendo tan complicado que un poco de música te molesta tanto? la ponemos bajita y se acabó el problema, tratemos de trabajar todos en paz.
G: yo, con música no puedo trabajar, estamos en democracia, deberíamos coordinarnos para que todos podamos trabajar bien.
L (nos mira con cara de "esta es la mía"): si es una democracia votemos y que la mayoría decida si dejamos o no la música.
G: NO, eso no sería democrático...
L: ¿Cómo que una votación no es democrática?
G: ¡No me interrumpas! si votamos entre todos y gana que seguimos escuchando música entonces yo no voy a poder concentrarme, no sería democrático.

La discusión siguió un rato laaaargo hasta que finalizó con esta sentencia de Games:

"Así no se puede trabajar, me voy afuera a fumar un cigarrillo" y no volvió, ni al día siguiente, después fue sábado.

Cuando Games cerró la puerta Leo dijo "esa es la Gamescracia, es igual a la democracia pero no se votan las cosas que me perjudican".

domingo, 18 de julio de 2010

Esas leyes

Cada tanto agarro y leo La Nación on line, no por sus comentarios sesudos, sus críticas implacables o su inteligencia... sino por los comentarios. Los comentarios que deja la gente no tienen desperdicio, solo hay que tomarlos con humor.

En los comentarios he leído como puteaban a Alfonsín por radical y a Mercedes Sosa por peronista, entre otras muchas cosas. Últimamente los comentadores descargaron toda su ira con los gays y su casamiento formulando montones de teorías, por ejemplo que el gobierno organizó el viaje a China para que coincidiera con la votación para tener mayoría, sin considerar que gran parte de la comitiva estaba formada por senadores que, se suponía, iban a votar a favor.

Pero el comentario que voy a destacar acá no es uno de esos sino otro que apareció en una nota sobre San Luis, resumiendo, en la nota hablan sobre las grandes obras al pedo (bah, solo con el fin de tener publicidad/turismo) que se hicieron en la provincia de los rodriguesa, como era de esperarse, los comentadores sacaron sus machetes y empezaron a golpear al periodista por vendido a los k, vende patria y otras cosas lindas. Y entre esos comentarios me encontré con esto:


¡¡Me rompen las pelotas esas malditas leyes!! Todo el tiempo diciéndome que tengo que hacer y que no, no las tolero, en estas provincias con leyes no se puede vivir.

viernes, 9 de julio de 2010

Millenium: El extraño caso de la película que es mejor que el libro

Millenium es una trilogía escrita por Stieg Larsson, un sueco que le ponía títulos largos a sus más largos aun libros y se murió. Los libros, en español, se llaman "Los hombres que no amaban a las mujeres", "La chica que soñaba con una cerilla y un bidón de gasolina" y "La reina en el palacio de las corrientes de aire". Comento esto por si hay algún marciano y/o recién nacido leyendo esto que no vio nunca los libros o los afiches o las propagandas o...

La tapa del libro - http://www.serielarsson.com/


La saga fue muy exitosa y, como cualquier cosa que vende, alguien la filmó, en este caso fueron unos suecos aunque hay rumores de una remake hollywoodense con Daniel "Bond, James Bond" Craig (¿cuándo no?).


Poster de la película - http://www.stieglarsson.com/


El primer libro me super enganchó y lo terminé, a pesar de tener casi 700 páginas, en unas 20 horas, al toque agarré el segundo y me empecé a cansar, por la mitad del tercero quería revivir al sueco para matarlo. En cambio las películas son más parejas y concisas, sobre todo concisas.

Los libros están plagados de frases hechas repetidas hasta el hartazgo, todos los personajes son un hacha "Lisbeth era un hacha ingresando a sistemas privados", "Mikael es un hacha haciendo reportajes", "soy un hacha diagramando", "eres un hacha manejando" y podría seguir... Nunca hay novedades, cosas inesperadas, asombrosas o sorprendentes, para que gastarse en buscar un sinónimo si puedo decir siempre "fue como un rayo en un cielo claro".

Para nuestro beneplácito a la película  no le hace falta usar tantas palabras, por eso de que las imágenes valen por mil palabras...

La versión en papel se encarga de describirnos todo con mucho detalle, muchísimo detalle, muchisisisimo detalle. Lisbeth no se compra una notebook, se compra una "powerbook con microprocesador de 1GHz, 384MB de memoria RAM, un disco de 100GB y pantalla de 17 pulgadas, una máquina state of the art, la pagó 1000 dólares en la tienda especializada de la calle...". Mikael no usa un procesador de textos, usa "notepadSARASA, un potente editor de textos con licencia freeware desarrollado por unos estudiantes universitarios..." inclusive da el link para descargarlo. Y así con cada una de las cosas que usan o hacen, al tipo no le alcanzaba con mencionar, tenía que mostrar que había leído montones de libros sobre el tema. Esto lo lleva a patinar en varias partes cuando intenta hablar de seguridad informática o cosas de las que, pobrecito, creyó entender todo pero no sabe sabía nada

Los personajes de la película se limitan a usar sus computadoras, programas, autos, alarmas y demás sin darnos demasiadas explicaciones.

Otra característica de los libros son las side-stories (historias paralelas en criollo) que ocupan cientos de páginas y nos aportan nada y cuando digo nada es nada a la trama. Te cuentan como un personaje cambia de trabajo y lo que le pasa en ese trabajo, incluyendo los mails que recibe o la historia de la policía sueca y así y así.

En la peli estas historias casi no aparecen y las que se cuentan están cambiadas para que tengan sentido en la trama.

Es por estas razones, entre otras, que las películas me gustaron mucho más que el libro, obviamente hay partes que están mejor en el libro, por ejemplo el juicio, que en el libro es un robo a mano armada al padrino pero está muy bueno y en la peli pasa casi desapercibido.

sábado, 3 de julio de 2010

Soy yeta (?)

Desde 1990 a esta parte  cada vez que juegan Argentina y Alemania al fútbol, obvio, de que otro deporte se iba a tratar si acaban de jugar un partido no me voy a referir al campeonato de ping-pong, decía que cada vez que hay un partido Argentina vs. Alemania si yo lo miro Argentina pierde. Véanlo con sus propios ojos acá. No vi ninguno de esos amistosos en los que el seleccionado nacional empató o ganó.

Mi intención hoy era no ver el partido para que todos podamos disfrutar de no trabajar el miércoles la semifinal pero causas de fuerza mayor (el almuerzo) no me dejaron cumplir con mi intención de quedarme durmiendo como hice con los otros partidos del turno mañana.

Todos a hinchar por Uruguay.