El otro día discutíamos (
acepción uno del verbo) con mi vieja sobre un tema que no viene al caso, ella expuso su idea y me preguntó "¿qué te parece?", mi reacción natural fue empezar a buscarle problemas al asunto, ver puntos de falla o flojos, pensar que podría salir mal. Mi mamá se enojó conmigo porque le tiré abajo la idea.
En el día a día de mi trabajo paso por esta situación muchas veces, cada vez que para cualquier problema a resolver alguien propone una solución nos tomamos unos minutos para atacarla, constantemente estamos pensando "¿qué puede salir mal de esto?" No es por querer cagar al otro, es simplemente porque uno, como creador de la solución (el padre de la criatura), no logra ver todas las complicaciones que tiene, vemos a nuestro hijo como perfecto y por eso no nos damos cuenta que es medio renguito, no es malo que el pibe sea rengo, lo malo es no darse cuenta a tiempo para comprarle una muleta. Es por eso que sometemos nuestras ideas a la crítica de los otros y por eso cuando otro nos muestra su idea la damos vuelta por todos lados buscando donde se puede romper para poder solucionar evitarnos un problema en el futuro.
Obviamente la técnica no es perfecta, cada tanto le pifiamos y no encontramos cosas graves, o suponemos que va a haber más problemas de los que realmente hay y descartamos una buena idea por eso, pero en general nos resulta bastante bien.
El asunto es que esta manera de pensar se nos va metiendo adentro y tendemos a mirar todos los problemas de esa manera "
Cuando tu única herramienta es un martillo ves todo como un clavo" reza una frase de
Maslow.
Es eso o que soy muy jodido nomas.