Solo dos palabras, dos palabras que significan mucho más que lo que significa cada una por separado. Dos palabras que dicen que nunca más voy a ver a Halle en la lista del chat, nunca más un mensaje de el en twitter o en facebook. Dos palabras que se traducen en que ya no voy a decir "Halle, voy a estar unos días en Santa Fe, juntémonos a tomar una cerveza", ni voy a leer "Con Nico vamos a pasar las vacaciones en Buenos Aires, ¿podemos ir a tu casa un día?"
Dos palabras que te parten al medio, que te hacen saltar las lágrimas, que te sacan las ganas de todo.
Dos palabras que te hacen creer que nunca más te vas a reír.
Dos palabras de mierda.
Nos queda el consuelo de saber que fue feliz, que encontró el amor, que consiguió un trabajo que le permitió irse a vivir con su novio y sus gatitos, que tuvo muchos amigos que lo queríamos un montón y que no lo vamos a olvidar nunca.
Yo no quiero el consuelo de nada, ¡quiero a mi amigo!

